El crecimiento del negocio dependerá en gran medida de los productos y servicios que vende, así de cómo responde a las necesidades que demandan los clientes; cómo interactúa con los clientes y los potenciales determinará el aumento del beneficio. Al mismo tiempo, la cuantificación de la satisfacción del cliente no se puede lograr sin antes recoger y analizar todos los datos. Al recopilar, cotejar y analizar todas las últimas interacciones con los clientes existentes y potenciales, el CRM se convierte en una estrategia que puede ayudar a obtener más beneficios. No solo eso, sino que puede ser maximizado como una herramienta de marketing.

CRM se centra en la necesidad

Si se cuenta con una base de datos de lo que a sus clientes les gustó o no de su producto, si monitorizamos el feedback se puede seguir adelante con el desarrollo de productos u oferta de servicios. Después de la compra de un producto determinado, un cliente puede encontrar que le falta algo que podría hacer mejor un producto. Un sistema CRM puede ver esto y evaluar si esa característica es algo que todos los clientes pueden necesitar. Si las votaciones se centran en las mismas áreas, entonces se puede desarrollar y mejorar el producto con facilidad. A través del CRM también se pueden entender las tendencias del cliente a lo largo de todo el proceso: desde el momento en el que se hace la primera consulta hasta que se realiza la compra. Avisará si hay un hueco o laguna en este, lo que permite abordar el problema en consecuencia.

El uso de los datos relevantes proporciona información sobre lo que los clientes quieren

No es fácil seguir las tendencias de nuestros clientes. Al contar con un sistema de CRM, todas las interacciones pasadas, las reuniones e incluso las presentaciones que la empresa haya hecho, se registran automáticamente. No hay necesidad de ir a través de montones de datos, ya que toda la información se almacena en un solo lugar y siempre se puede actualizar. Saber lo que quieren los clientes es estar un paso por delante en la creación de una oferta de valor que los clientes quieren comprar o incluso ofrecer el servicio que les gustaría que estuviera disponible.

Identifique los clientes con los productos específicos que puedan necesitar

Un sistema CRM no solo va a recopilar y analizar los datos, también puede agrupar a los clientes en diferentes segmentos en función de su presupuesto o preferencias. Haciendo esto, se pueden hacer sugerencias de productos o servicios que encajen dentro de un grupo especificado y enviar mensajes personalizados o anuncios. Este enfoque puede conducir a una tasa de conversión de ventas mayor para la empresa. Esto también provoca cierta afinidad en sus clientes, al recordarles lo que compraron y ahora ofrecerles un producto mejor.

Clientes satisfechos le recomendarán a sus contactos

Los clientes satisfechos pueden convertirse en buenos prescriptores si proporcionamos productos o servicios que deseen con gran regularidad. No solo eso, sino que también pueden animar a otros clientes potenciales a través del boca a boca o simplemente hablando bien acerca de la empresa. Hoy en día, la convivencia con las redes sociales permite a los clientes enviar comentarios acerca de un producto o servicio que les haya gustado, convirtiéndolos en embajadores indirectos de la empresa. CRM como herramienta de marketing se basa en los productos o servicios que ofrece, pero también en la feedback real del cliente. Mediante el uso de CRM, se pueden subir productos y apuntar a los clientes adecuados que tienen una mayor probabilidad de necesitar esos productos en concreto. Este flujo de información, y las modificaciones de productos que realice en base a las votaciones, refuerza la demanda de productos de calidad, y también muestra lo bien que conoce a sus clientes.